César Pérez, el arquero de Soccer 70 llegó un partido tarde al torneo, pero desde que se instaló bajo los tres palos de su equipo, hizo que su voz se escucharan para darles seguridad, para guiarles los pasos que debían seguir en sus espaldas y para procurar que se establecieran como el menos goleado de Paz en las Canchas.
En su primer partido recibió un gol. Y pese a eso, salió enojado porque no podían marcarles. Ya estaba pensando en ese premio y tenía la seguridad de que podría lograrlo.
Fue tan influyente, que en el partido en el que faltó,, su equipo, pese a improvisar en el arco, sólo recibió tres goles, que se los sumaron en contra a él, pero que tampoco le asustaron. Esa fue la cifra con la que se casó, fue el mayor número de goles que recibió en un par de partidos.
Sus atajadas fueron determinantes en la semifinal y en la final, volaba de lado a lado, planeaba estrategias para contrarrestar a los delanteros y varias veces contó con la ayuda de los palos. Sólo recibió 14 goles en 9 partidos. Estableciendo un promedio de 1,5 goles por partido.
César Pérez se hizo con el premio de la valla menos vencida de Paz en las Canchas y su sonrisa, que siempre que ganaban brillaba en la cancha, va a estar gigante luego de lograr lo que se propuso.