
Gris, así es a veces el juego de Los Benjamines. Y no es sólo porque es el color que visten en la cancha, también lo es porque a veces tienen momentos de luz que los podrían llevar al blanco y a brillar, pero también tienen momentos negros, oscuros y por eso verlos en la cancha es casi el reflejo del color de su uniforme.
Negros, así son sus inicios y parece que se han acostumbrado a ellos. Sus primeros dos partidos empezaron perdiéndolos 2 a 0. Tal vez ha sido mientras entran en calor o porque les pueden los nervios, que los lleva a desordenarse durante el inicio. Convirtiéndolos en supuestos rivales fáciles para los demás equipos, que empiezan a verse en ventaja.
Tal vez sea una estrategia para que sus rivales se confíen, pero lo que es verdad es que desde el banco el ánimo y el orden se va poniendo entre ellos mismos, a gritos, con descansos y frescura van dejando que el tiempo pase y van remontando marcadores con tranquilidad, incluso imponiéndose de manera abultada o agónica en todos sus partidos.
La pelota siempre al 10

En los pies de Dani, su diez está la magia y el baile, porque es capaz de poner a bailar a los rivales tras él, pero los va dejando regados por el suelo para abrirse campo hasta llegar al gol.
Todos en el equipo lo saben y por eso a veces se desesperan cuando toma un descanso en la rotación, porque a veces es necesario el desequilibrio adelante, el atrevimiento, alguien que lleve la bola hasta el área rival y dispare o deje solo a un compañero para marcar un gol.
La seguridad en los pies de Jose

Jose es vital, tiene como tres o cuatro pulmones, atrás es un muro y cuando se lanza al ataque puede flanquear a los rivales con buena pegada desde larga distancia y con ataques que sorprenden por lo vertiginosos.
Jose a cabezazos por el aire o con cierres espléndidos sostiene el equipo, dándole equilibrio desde atrás y acompañando cuando se hace necesario.
Pipe brilla por sus atajadas

Tal vez a veces se le ve aterrado cuando el balón viene a toda velocidad, cuando un rival se enfrenta a él, pero la verdad es que Pipe ha brindado seguridad y ha sido fundamental en el arco para las intenciones de Los Benjamines.
Vuela de palo a palo, sus manos y sus pies han servido para evitar que las goleadas sean abultadas y con un papel silencioso muchas veces, se gana los abrazos y las felicitaciones del equipo que a veces por la euforia de intentar remontar sus partidos, lo deja solo y desprotegido, pero él ha sabido contrarrestar esa soledad con grandes obras que llevan a su equipo a encontrar la luz, a brillar, a animarse.
Los Benjamines son los líderes de su grupo. Han ganado sus partidos por 11 a 5 y 7 a 6. Ambos luego de haberlos iniciado perdiendo dos a cero, ellos sonríen y celebran luego de cada uno de ellos, pero saben que va a haber equipos a los que no les pueden dar esa ventaja porque les van a cobrar con más y más goles. Por lo que aseguran que en el próximo partido se van a poner las pilas para ser ellos los que piquen en punta y no tengan que venir de atrás, porque a veces es más desgastante pensar en cuántos goles faltan para pasar a ganar el partido.