Carlos Montes es conocido en el mundo del fútbol aficionado como «El Gordo». Dicen que es uno de los tipos que más conoce de fútbol de barrio en Medellín y que su casa es un templo dedicado al fútbol en el que encuentras información y productos relacionados al deporte.
Allí, en su templo, tiene además paredes llenas de trofeos gracias a que hace unos años decidió fundar su propio equipo llamado Antídoto. Equipo con el que ha ganado un montón de torneos en todo el país, llevándolo incluso a representar a Colombia en Rusia, en un torneo que se jugó con motivo del Mundial de fútbol de Rusia 2014.
En Paz en las Canchas, «El Gordo» decidió con todos los jugadores de Antídoto, presentar dos equipos para disputar el torneo: uno iba a llamarse Antídoto y el otro se iba a llamar La Encocada.
Con ambos equipos logró el puntaje perfecto, con uno de ellos, el liderazgo de goleador del torneo, pero el sábado 23 de noviembre, la sorpresa y el destino lo hicieron llorar de tristeza y de alegría en menos de seis horas.

Antídoto, el equipo con el que tenía al líder de goleo con 35 tantos, cayó en un tempranero cotejo a las 9:00 a.m. contra El Vasco. En un partido muy disputado y en el que el orden táctico llevó a que Antídoto se desordenara, terminaron perdiendo por 4 a 1.

Sin embargo, no todo sería tristeza ese sábado. Cuando ya la tarde caía y el sol se dejaba cubrir por una nube gris que terminaría en una tormenta, La Encocada se iba a imponer en un emocionante partido a Popular Nº1 por 5 a 4, dándole así una alegría a Carlos, quien se fue con una sonrisa en el rostro para su casa.